Nos educan durante toda la vida en la creencia de que podemos ser mejores de lo que somos. Que crecemos. Y a la vez curiosamente aprendemos que nunca seremos los mejores, que nosotros mismos deseamos algun día ser. Nunca me he sentido suficientemente algo. Tener la tranquilidad de que estoy en tierra firme, que poseo alguna virtud y que ella me entrega la calma necesaria para sentirme bien conmigo.Nos ensenan que la naturaleza del ser humano es el pecado, que somos inerentemente imperfectos y proclives a cuando menos la mediocridad.
No soy lo suficientemente inteligente, para decirme inteligente. No soy lo suficientemente puta, para cumplir todas las fantasía que tengo en la cama. No soy lo suficientemente buena, para dar el ejemplo. No soy lo suficientemente valiente, para superar el miedo y decir las cosas. No soy lo suficientemente curvilínea, para moverme sexy por una calle. No soy lo suficientemente perseverante, para terminar siempre lo que empiezo. No soy lo suficientemente desinteresada, para no sentir culpa cuando no termino lo que empiezo. No soy lo suficientemente segura de mi, para decir las cosas sin miedo a lo que suceda
Puedo seguir así, sin tener nada por seguro en mi vida, sintiendo que nunca está totalmente bien lo que uno es o uno hace, porque en términos de virtud siempre habrá alguien mejor que uno y por el contrario en desgracia, siempre encontrarás a alguien sufriendo más. Tengo el temor de decir soy buena para algo, porque rápidamente te catalogan de altanera o surgen muchos mejores que tu. Esto de no conocerse, de no tener certeza, sólo una certeza, para poder pisar firmemente la tierra y decir...