viernes, 25 de enero de 2013

Diferencia entre Marti y los intelectuales modernos

Esto no lo he escrito yo, ni estoy necesariamente de acuerdo con todo lo que dice, pero lo publico aquí porque me pareció muy interesante.
 
La diferencia fundamental entre José Martí y muchos de los que se llaman a si mismos intelectuales, es que Martí fue un verdadero intelectual entregado a una causa, la de la emancipación del yugo español, y estuvo dispuesto a inmolarse en un campo de batalla, aún cuando él mismo sabía que no era un guerrero en el sentido mismo de la palabra.
Y pagó con su vida para demostrar que estaba dispuesto a convertir en acciones sus palabras.
Jamás concibió su obra como un modo de vida, sino como la expresión de sus ideas y la defensa de una causa en la que siempre creyó. Su obra reflejó su visión del mundo que le tocó vivir.
Esa es la diferencia que separa a un gigante de las letras de las llamadas personalidades de la cultura de hoy. Escritores, poetas, cineastas, músicos, etc, cuya calidad es cuestionable en muchísimos casos, a los que sólo le importa la cuenta bancaria.
La cultura de hoy que se caracteriza por la ostentación de las cadenas de oro, el Mercedes último modelo y la sexualidad a toda costa. Beyoncés, Britneys, Justin Biebers con su banalidad y estupidez brotan diariamente como hongos después de la lluvia. Todos tienen una fecha de vencimiento determinada por su volumen de ventas. Concebidos todos para menear las caderas al compás de melodías insulsas, adorados por un ejército de admiradores y cretinos. Nada más son, sino pura mercancía que se desecha cuando aparece un producto nuevo.
No quiero hablar de esas minucias llamadas "artistas cubanos" muchos de los cuales languidecen en Miami, luego que emigrar a un supuesto paraíso y comprometerse en denigrar a su país. Que sería de ellos sin esa causa del exilio para empujar sus "carreras" y así mal ganarse el pan?
Martí llevaba en sus bolsillos el dinero de las donaciones de los tabaqueros de Tampa que contribuían con su esfuerzo a la causa de la independencia de Cuba. Sí, en los bolsillos de un traje viejo y raído por el uso. Y como delegado del Partido Revolucionario Cubano caminaba de una a otra parte, arengando a las masas, calzando zapatos viejos y rotos. Y en medio de su febril actividad conspirativa y política, hallaba el tiempo para escribir los poemas de la Edad de Oro.
Podía hacerlo porque tenía sensibilidad y porque tenía talento. Tan escasos ambos en los intelectualoides y politiqueros cubanos que se venden al mejor postor.
Siempre estuvo Martí sumando adeptos para la causa, aunando voluntades y acercando las posiciones. Pero jamás claudicando ante España o vendiéndose al gigante criminal del Norte.
Ahora una pandilla minúscula de cretinos, cuyos integrantes se presentan como "intelectuales", se han volcado a la tarea de endosarle rasgos homosexuales a Martí. Es que tal parece que para apreciar o para hacer la buena música y la buena literatura hay que ser afeminado o tener una preferencia, inclinación o gusto por los de su mismo sexo.
Aunque se presentan como defensores de la homosexualidad, se les nota el desprecio y la burla que profesan por ese rasgo sexual del ser humano. Y se lo encajan a sus adversarios, para disminuirlos y ridiculizarlos.
Un abismo separa a un grande como Martí de sietemesinos como Yoani Sánchez, Zoe Valdés, Damas de Blanco y toda esa pandilla pagada por los criminales de siempre, que reciben premios en metálico y condecoraciones de hojalata como el premio Sajarov, en reconocimiento a huelgas de hambre que se llevan a cabo bajo el cuidado médico que les garantiza el estado cubano.
Un abismo lo separa también de homosexuales encaprichados amaneradamente en disfrazar su causa política.
Que jamás le llegarán a los talones a José Martí, ese hombre que escogió como causa el sacrificio en aras de su Patria.
EL CUBANO CONGELADO

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