El pastor explica que el hecho de que entre la letra de una canción se mencione algunas veces el nombre de Dios, eso no da derecho a nadie a decir que dicha canción es una adoración a Dios cuando en realidad el objetivo es mucho más terrenal, es el lucro personal.
Después da una explicación detallada de lo que el considera significa realmente la adoración y dice:
Adorar es un llamado de Dios que incluye estar separado del mundo para dedicarse a ÉL. Dios no llamó a músicos ni a cantantes para hacer lucro personal con algo tan sagrado y espiritual como es la adoración. El pueblo de Dios no debe creer a todo espíritu.
Creo que ese pastor a quien no voy a mencionar por no contribuir en nada con su fama ni con sus ganancias, lo que hace es una burda propaganda en contra de los músicos y a favor de las iglesias.
En mi opinión personal, los pastores lo que hacen es en el mejor de los casos ensenar sobre Dios, explicarnos su interpretación de la biblia, y aconsejar a los fieles dentro de los parámetros de la religión cristiana. Creo que por ese servicio, que básicamente es transmitir los conocimientos que ellos han adquirido ellos cobran un dinero para ellos vivir. En ese sentido veo que las iglesias son algo parecido a una escuela sobre Dios.
Por otra parte los músicos, hacen música para entretener, si cantan sobre Dios es para que su música sea comprada por aquellos que se interesan en Dios, lo que hacen es ofrecer su arte y a quien le gusta lo compra, o en ocasiones lo piratea. Y en ese sentido no creo que la labor del pastor sea en ninguna forma superior o más meritoria que la que realizan los músicos.
De lo que se trata aquí es que el pastor quiere para si, el monopolio, de la explotación de Dios para el solo, que sean ellos los únicos que pueden ganar dinero utilizando a Dios y sacar de este lucrativo negocio a los cantantes.