La intuición es la capacidad de percibir claramente una idea o situación, sin necesidad de razonamiento lógico. Este "talento" comúnmente lo llaman también sexto sentido. Esto sucede cuando nos damos cuenta de algo sin razonarlo, solo lo sentimos, nos damos cuenta.
¿A quién no le ha pasado que siente que cierta situación sucederá y, sin más ni menos, termina siendo realidad?
A menudo se dice que las mujeres son quienes tienen más desarrollada la intuición y que, sin dudas, deben escuchar este yo interior cuando les habla. Pero esta es una sensación que no es fácil de explicar.
Hay dos tipos: la que se presenta en tus sentimientos y las que notas en el cuerpo. Bien sea que reacciones de cierta manera ante determinada situación o que, por ejemplo te erizas o ves imágenes relacionadas a momentos que nunca has vivido.
Lo cierto es que muchas personas alrededor del mundo han evitado instantes desagradables gracias a este sexto sentido que muchas veces nos grita como queriendo abofetearnos por no hacerle caso.
Confieso que muchas veces no he prestado atención a estos mensajes de que algo no va bien, pero, definitivamente, hay que hacerle caso a esta alarma que sólo quiere nuestro bien.
Diferentes tradiciones le dan distintas interpretaciones a este mismo fenómeno, algunos dicen que es nuestro ángel de la guardia que nos avisa de algo. Las tradiciones afrocubanas nos hablan de espíritus de personas muertas que nos guían, en ocasiones nuestros antepasados, otros dicen que es el espíritu santo. Los científicos explican que normalmente solo usamos un pequeño porcentaje de nuestra capacidad cerebral, y que existen personas fuera de la media que por alguna razón utilizan un mayor por ciento de su cerebro y por eso pueden tener entre otros muchos dones el de la intuición.
De todas maneras la mayoría acepta es que esto existe y es algo bueno, es por nuestro bien. Si tienes el presentimiento de que algo no va bien, escúchalo. Si sientes que es la mejor oportunidad para lograr lo que quieres, ve por eso. Pero nunca, jamás, dejes de oír esa voz dentro de ti que te grita, a través de tu mente o de tu cuerpo, lo que podría suceder.
